Parece mentira decir que hace tan poco entraste a mi vida, quizás
suene más lógico decir que siempre estuviste ahí. La verdad, es que cada vez que miro para atrás,
y miro el día de hoy, doy gracias, por tenerte ahí. Y con ese “ahí” me refiero
a: a donde quiera que estés. Llegaste en el momento justo, llegaste con tu luz,
llegaste con esos ojos verdes y ese lunar. Llegaste, y ya nada fue lo mismo
para mí. Fue raro, admiración a flor de piel, la persona que yo siempre quise
ser, ahora se había materializado enfrente de mis ojos. Era de verdad, mi molde
perfecto de persona. No me canso de decirte lo mucho que te quiero, y que mi
sueño es ser como vos. No, como vos no. No hay dos.
Así que quiero darte las gracias ‘A las canciones, gracias por
las ilusiones, sin las melodías ¿Quién puede sobrevivir? Sin la canción que nos
hace vivir’. Gracias por
este año maravilloso, que empezó allá por el 6 de Abril en un lugar, el Opera y
en una calle, Corrientes. Gracias por tu humildad, gracias por el mensaje que
dejas, gracias por ser así, como sos, así. Sin dar mas vueltas, así, tan simple
y real.
Feliz cumpleaños Sol, o mejor dicho, Reina.
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