viernes, 21 de septiembre de 2012


Necesitaba escribirte algo. Algo que sea chiquito y tuyo, nada más que tuyo. Algo que no te cueste entender, algo bastante fácil y que te lleve poco tiempo leer. Solamente quiero decir que te extraño y la agonía me pesa en la espalda y hace doler bastante mis rodillas. Llueve. La lluvia no tiene mucho que ver con vos, pero es verdad, esta lloviendo y no voy a negártelo. Pensé que esta sería una buena oportunidad para presentarme y que me conozcas. Soy Macarena, quizás no te acuerdes de mi, solo te vi un par de veces.  Nos vimos sin vernos, o por lo menos yo te miraba, a veces de lejos, a veces de cerca.
Me gusta escribir como habrás notado. Tengo gustos bastante simples y ojos marrones. Mis uñas siempre van a estar pintadas, me encanta ver como le donan un poco de color a la hoja blanca en la que estoy escribiendo. Le tengo miedo a la oscuridad y también a quedarme sola. Me siento vacía, quizás porque si busco adentro mio hay un hueco bastante grande.


Te cuento también, que voy a estudiar Letras y que me voy a esforzar cada día un poquito mas para escribirte la mejor obra de teatro. Si me preguntan quien quiero ser en esta vida, no sabría que contestarte. Y si me piden que me describan en una palabra diría ‘Palabras’. Mi vida utópica seria estar arriba de un escenario, como vos. Pero no todo se puede, y prefiero estar mirándolo desde abajo.
A veces no soy lo que parezco y me cuesta guardar secretos. Soy feliz, como creo que vos lo sos, y no me va bien con los números, definitivamente las matemáticas no son lo mio. Suelo gritar en silencio y hablar sola en voz muy bajita en mi habitación, mi mundo y realidad paralela. ¿Sabes que me gusta? No lo vas a poder creer, me encanta mirarme en el espejo y hacer caras raras, y no se porque confieso esto pero soy adicta a los caramelos. De cualquier tipo y color. Bueno, de banana no. Me apego mucho a las cosas, muchísimo.
No se porque, pero me decepciono mucho de la gente que mas amo. Creo en la perfección, cada uno es perfecto a su manera.  Soy orgullosa, bastante, pero siempre soy yo la que pide perdón. No quiero crecer, y me da una cierta inestabilidad terminar el colegio.
No me gustan las mentiras ni tampoco el silencio, aunque soy silenciosa. Me gustan las novelas, los libros y las películas para llorar. Tengo muchos conejos, mas de quince, y diecisiete años, cumplo en mayo, capaz te acuerdes que me saludaste.
Me gusta el color rosa y si tengo una hija me gustaría que se llame Ana, o Eva. ¿Qué decís? Cuando estoy feliz se me ponen colorados los cachetes y no puedo evitar temblar. Las estufas me ahogan y tengo que dormir siempre con la ventana abierta.
No me gusta llorar, pero si lo tengo que hacer me acuesto en mi cama con un almohadón gigante para poder abrazar. Y hablando de abrazos, me encantan los tuyos, son sinceros, de los mas sinceros que conocí. No me gusta perder en nada, siempre tengo que ser la mejor.
Soy lo que se considera una persona común. Y ahora escribo porque estoy triste y necesitaba hablar con alguien, y ese alguien sos vos aunque no me escuches ni me leas. Ahora que nos conocemos un poquito mas, estamos en igualdad de condiciones, no solo yo se todo de vos, sin que ahora vos sabes todo de mi. Fue lindo charlar con vos este ratito, o conmigo.

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