martes, 28 de agosto de 2012

viernes, 24 de agosto de 2012



"¿ Tírate una que? TÍRATE UNA DAMA. ¿ Tírate una que? TÍRATE UNA DAMA. *Para, para, ¿Esto era una nota? Me estas JODIENDO*."

Tu no podrás faltarme cuando falte todo a mi alrededor. Tu aire que respiro en aquel paisaje donde vivo yo. Tu, tu me das la fuerza que se necesita para no marchar, tu me das amor, me das amor. 

martes, 21 de agosto de 2012


Pensé en regalarte muchas cosas, muchas. Pensé en regalarte una flor, tal vez una rosa sin pétalos o una hojita de pasto. También pensé en regalarte un color, rojo, azul. Se me ocurrió, tal vez el cielo. El cielo fue una buena opción, pero seria muy egoísta de mi parte quitárselo al resto de las personas, aunque si lo hubiese vuelto a pensar, no lo habría dudado. ¿Una estrella tal vez? Pero, estoy segura que no hubieses podido guardarla, claro, es muy grande y vos, muy chiquita. La eternidad, no me alcanzo como regalo. Y si te hubiese regalado la vida, entonces no podría seguir haciéndote más regalos. Entonces te regalo mi poesía, que aunque sea poquito y sin valor, sale desde el fondo de mi corazón.

jueves, 16 de agosto de 2012


Ya no duele porque al fin ya te encontré 
Hoy te miro y siento mil cosas a la vez 
Mira si busqué, mira si busqué 
Tengo tanto que aprender 
Todo lo que tengo es tu mirar 

De mis recuerdos salen brisas a bordar 
Las locuras que tú me quieras regalar 
Y mira si busqué, mira si busqué 
Tengo tanto para dar 
Reconozco puertas que yo sé 
Se abren solamente alguna vez 
Así de poco 

Desde cuando te estaré esperando 
Desde cuando estoy buscando 
Tu mirada en el firmamento, estás temblando 
Te he buscado en un millón de auroras 
Y ninguna me enamora como tú sabes 
Y me h e dado cuenta ahora 

Puede parecer atrevimiento 
Pero es puro sentimiento 
Dime por favor tu nombre

miércoles, 8 de agosto de 2012




La Calle Corrientes estaba llena, y puedo decirlo porque ahí estaba yo. Corriendo gente, mucha gente. Muchas caras, olores y voces. Un escenario en el medio, justo en el medio de todos  y yo. A un costado, para ver un poco mas. Me asomaba de a ratitos a ver si estaba, si había llegado, y no. El tiempo pasaba y pasaba, y no podía ver todavía esa cabeza enrulada entre las demás cabezas. 
No voy a mentir, y menos acá. En este espacio que para mi es un lugar de descargo. Tuve miedo de no verla. Sentí por unos segundos que no iba a venir, pero si. Cuando menos lo espere la vi. Entre la multitud, como lo esperaba.  Caminaba, sonreía. Caminaba, sonreía. Saludaba, sonreía. Estaba bastante lejos y mi corta vista no podía definir sus rasgos con la claridad que hubiese querido, pero estaba segura de que era ella, porque si. Por esos rulos y por esa sonrisa que se manifestaba en mi como un temblor especial.
Sus primeras palabras retumbaron en mis oídos, me tomaron por sorpresa. Y fue cuando los primeros acordes de esa canción, que yo se y que ella sabe, comenzaron a latir en el escenario que algo mágico paso. La poblada Calle Corrientes hizo a un lado esa multitud, esas cabezas, esas caras, olores y voces para darle paso a ella. El mundo quedo vacío, o por lo menos la Calle Corrientes, poblada, muy poblada, mas que otras veces, y ella sola, cantando como ya lo había hecho antes. Mis ojos solo tenían espacio para esa silueta y ese vestido estampado, y esos rulos.
Así fue. Bastante simple, dirán. No valía la pena ser relatado, dirán. Pero fue así, porque si. Porque canto, y yo estaba ahí, entre la multitud. 

martes, 7 de agosto de 2012